La lluvia empezó mas temprano de lo esperado, con su fría brisa que siempre la acompaña, suave y lúgubre, como una tarde triste y nublada de otoño, era como si el propio cielo supiera como me sentía y elevara una suplica ahogada en lagrimas de tristeza y melancolía.
Habían transcurrido solo 20 días y no podía creer que aquello estuviera ocurriendo, me lo esperaba, sí, debo reconocerlo, pero jamas pensé que ocurriría tan de repente y de esa forma, no entendía como pudo suceder, fue todo tan deprisa, tan inesperado, tan silencioso, fue todo lo que duro, apenas 20 días.