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27 de diciembre de 2013

Encuentro en el mas alla

La tarde cae ya y con ella mi alegría, pues la noche fresca y serena se acerca dando paso a la melancolía; Las estrellas poco a poco iluminan mi pensar guiándome por un camino de ensueño entre tulipanes y jazmines, entre rosas y violetas, entre prados y jardines hasta llegar a tu encuentro, encuentro con el mas allá.

La noche trajo consigo el aroma del roció de las rosas, la dulce ambrosía de las flores, el ulular de las lechuzas y el suave susurro del vuelo del murciélago ¡Lindo escenario para nuestro encuentro!.

Caminaba descalzo acercándome al arrollo pensando en todos aquellos momentos que pensé en verte y jamas me atrevía a conocerte, pero hoy es el día, hoy no habrá nadie ni nada que me detenga me entregare a los brazos de la muerte con los brazos abiertos y ella me recibirá feliz porque al fin me quedare con ella.


Llegue a lo alto de un peñasco y observe desde ahí lo hermoso del paisaje: el anchuroso rió que crecía a los pies del manantial, a la izquierda el bosque de álamos meciéndose en un vaivén fúnebre de bienvenida, a la derecha la gruta de la virgen mirándome piadosa implorando con sus ojos no hacer aquello que ya me había propuesto y a mis espaldas el majestuoso roble que mis antepasados sembraron para recordar a las generaciones venideras lo fuertes que fueron, ¡Que absurdo es el destino!, aquel mismo roble seria quien mas tarde tendría el lazo que me uniría a ella.

Observando a las luciérnagas volando encima de los álamos, huyendo de las murciélagos me atreví a dudar por un momento acerca de mi decisión, pero el eco del silencio me recordó que no soy mas que una simple criatura en este mundo sin razones para vivir y menos para gastar mis ojos mirando la belleza de un mundo al cual no pertenezco, pensé: pronto, muy pronto.....

La noche estaba en su apogeo, ya las luciérnagas no se veían, los murciélagos a donde se irían, las rosas ya no exhalan su embriagante fragancia, el arrollo estaba quieto y me dije es hora.

Subí a lo alto del viejo roble, abrase a uno de sus brazos un gran lazo y dejándolo caer le hable así: Gran roble tu que conociste a mis antepasados, hoy te ruego que pidas por mi ante ellos para que no tomen a mal esta afrenta, si lo hago es por una gran razón que se guarda en mi corazón, ellos no tienen la culpa, por eso ruego que no me odien y pido a la virgen que esta ahí presente que no me guarden rencor solo que me recuerden porque yo ya estaré ausente.

Y habiendo dicho esto cerré mis ojos, coloque el lazo a mi cuello y levantándome rápidamente dije ahí te voi amada mía, espérame pronto que mas tardare en saltar que en llegar a ti, y habiendo dicho esto salte al vació, sentía como mi cuerpo caía en el aire mientras mi pensamiento se perdía en tantos recuerdos y alegrías, mas pronto sentí un gran tirón que acongojaba mi pecho, un fuerte abrazo en mi cuello que me quitaba el aire y me dejaba sin aliento, aun con algo de cordura pensé que gran dolor es este que me trae felicidad, no desesperes amada mía, que ya pronto voi a llegar....

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